BETTY BOOP

El primer domingo de cada mes el Museo Picasso en Barcelona tiene acceso gratuito. Salimos de nuestro alojamiento en Poble Sec con destino al museo pero de camino pasamos por el mercado de la Plaza del Pi, luego a la explanada frente a la Catedral para ver a los catalanes bailar la sardana y de allí al Born por Carrer de la Princesa hasta carrer de Montcada… Cuando vi la cola de gente y el reloj acercándose al mediodía supuse que era una mala decisión quedarse. Pero ¡error! La pequeña Betty Boop estaba tan entusiasmada con entrar que me alentó para esperar y fue una excelente idea.

Todo está perfectamente organizado. Hacés la cola, pasás por la boletería y te dan un ticket con una hora de entrada, te vas y volvés a esa hora donde puntualmente te dejan entrar al museo. ¡De lujo!

Aprovechamos la espera para llenar las barrigas –los niños pueden convertirse en el Tyrannosaurus Rex con la panza vacía, toda madre sabe eso- y volvimos a la hora asignada.

Dejamos las mochilas en la consigna pero Betty Boop sacó su cuaderno de viaje, lápiz, goma y muy decidida me dijo:

– Esto lo necesito.
– Bueno Ok!

Los cinco palacios de los siglos XIII y XIV que alojan el museo son en sí mismos un sitio para visitar. Estas mansiones de estilo gótico, que fueron anexadas en diferentes etapas para ampliar el museo son construcciones increíblemente bellas con una galería en la planta baja llena de arcadas que conecta los patios interiores donde encontramos esas imponentes escalinatas de piedra que llevan a la planta superior.

Ya adentro, las obras del genial artista están en orden cronológico, desde los períodos de formación en los que Picasso experimentaba, observaba el mundo, se buscaba… Eso estuvo genial para mostrarle a Betty Boop que hasta los genios comienzan experimentando, probando y no todo sale perfecto desde el primer día. Ella escuchaba atenta lo que yo leía de cada obra, preguntaba qué nombre le puso Picasso, opinaba, observaba…

Luego están las 58 obras donde Picasso hace su propia interpretación de Las Meninas de Velázquez. El boceto, la interpretación del cuadro de Velázquez en conjunto y luego más de 40 obras con el análisis de Picasso de cada una de las figuras, de un grupo de personajes, de las cabezas… “mis Meninas” como dijo el gran artista y “sus Meninas” la de Betty Boop…

No se puede sacar fotos dentro del museo pero cómo no iba a retratar este momento! Saqué el teléfono del bolsillo y disparé rápido antes que el guardia venga a retarme. Supuse que infringir la norma para captar esta escena estaba más que justificado.

La gente se paraba a observar y se sonreía por la situación ¡Very Good!, ¡Very Good!

En muchos museos te encontrás con estudiantes de arte o adultos con pretensión de artistas haciendo esto, pero una pequeña sentada frente al cuadro, papel y lápiz en mano llamaba la atención de todos. A mí ¡se me caían las babas! ¡Obviamente!

Los pequeños tienen esas cosas. Te dan momentos únicos que solo su frescura, su inocencia, su desprejuiciada visión del mundo… solo ellos pueden generar. Me parece tan valioso cómo nos desestructuran, como te dejan con la boca abierta con sus reacciones, sus comentarios e interpretaciones.

Finalmente así quedó la obra!

http://www.museupicasso.bcn.cat/es

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